Un vendedor de plantas que suele trabajar en el barrio es atacado por sorpresa y por la espalda por un agente policial que lo empuja y como el vendedor tenía las plantas en el hombro, estas salen volando y se desparraman por el piso. Es ahí donde la persona que brinda testimonio comienza a filmar. Mientras el vendedor preguntaba qué pasaba y por qué lo trataban así, en ningún momento el efectivo le explica por qué lo agrede. Luego lo tira al piso y le exige que se quede quieto. La persona que filmaba se fue de la situación por miedo a que la detuvieran también, pero luego retorna y ve que hay otros tres policías y un patrullero, mientras el vendedor continúa retenido.