El día 23 de noviembre a las 16 y 30 horas en avenida Las Heras del lado par, a media cuadra de Pueyrredón, la denunciante (vecina del barrio de Recoleta) vio un amontonamiento de gente. Al acercarse se percata de que un hombre que ella conoce de haberla visto deambulando en el barrio y que presumiblemente tiene problema de salud mental estaba siendo reducida por 4 o 5 policías. Dice que lo tenían "retorcido" en el suelo y le estaban doblando el cuello y el codo. También había dos autos policiales. A todas luces se notaba que era una persona psiquiátrica y los uniformados no parecían tener idea de cómo tratar a una persona en una situación de vulnerabilidad de este estilo. La denunciante se dirige a una policía mujer, que era teniente y aparentemente tenía algún cargo, y le dice que no entiende cómo pueden tratar así a un ser un humano, no importa qué hubiera hecho. Uno de los policias le gritó, con tono irrespetuoso y luego de haberse quitado el nombre del uniforme: "callese la boca señora". Ella respondió: "momentito, porque usted está para defendernos a todos, para eso le pagamos, no deshonre su uniforme." Cuenta que siempre que se le planta a la policía la terminan tratando bien, por su aspecto y color de piel, pero igualmente le da miedo enfrentarlos. Refiere que nota que la Policia de la Ciudad está "fatal" y siempre se la agarran con personas vulnerables.